sábado, 12 de noviembre de 2011

Así como esta flor, todos somos llamados a abrirnos al amor de Dios y compartir con quienes nos rodean esta maravilla que a todos nos alegra, porque le sentimos dentro y nos hace felices. Solo dando es como recibimos, solo sembrando es como cosechamos. No nos cansemos de hacer el bien.

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